SIN OBSTÁCULOS, NO HAY CRECIMIENTO

Sin obstáculos, no hay crecimiento.

Desear una vida sin obstáculos es una mentalidad bastante superficial y vacía. Es imposible que los obstáculos desaparezcan, así que pierdes una energía tremenda deseando que las cosas sean diferentes. En lugar de desear una vida sin obstáculos, forja una personalidad que sepa afrontarlos. Forja la mejor versión de ti mismo para hacer del obstáculo ese maestro que te acerca al éxito.
Nada grande se ha construido en línea recta. Superar obstáculos es lo que construye un carácter de acero. Un obstáculo vendrá, y se irá. Si no lo superas, volverá. La vida te pone exámenes, y si no los apruebas volverás a repetirlos hasta que aprendas la lección. ¿Estás pasando una situación fácil? Pronto aparecerá un reto, es inevitable. Así que estate siempre alerta al nuevo reto. La negligencia es la madre del desastre. La atención plena es la llave del éxito y la fortaleza mental.

Cómo bien dice el proverbio Zen, la esencia del Zen consiste en «atención, atención y atención». Construye fortaleza mental ante los retos, y siempre alerta incluso en situaciones cómodas.

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